¿Tienes una ardilla como mascota?

Tener a una ardilla como mascota

Las ardillas son unas mascotas encantadoras dada su vivacidad y su pequeño tamaño. Pero todas las especies de ardillas precisan de unos cuidados específicos y constantes, ya que son animales frágiles y delicados. Aunque tenemos que recordar que no es una mascota que debería permanecer en un hogar.

El principal cuidado con una ardilla doméstica es no manipularla en exceso. Detestan que las agarren y mucho menos que las estrujen como si se tratase de un lomito o un michi. Incluso pueden quedarse sin cola si se las agarra por ahí. Es un apéndice muy frágil.

Por lo cual no son animales recomendables para interactuar con niños. Son animales asustadizos que se estresan fácilmente. Debemos proporcionar a la ardilla un clima tranquilo y relajado.

La ardilla necesita una jaula muy grande y limpia,debe hallarse en un entorno silencioso para evitar que se estrese y evitar que le dé directamente la luz solar, pero que tampoco sea oscuro.

Cuando la ardilla esté suficientemente adiestrada podrás soltarla por lugares controlados dentro de casa. Como todos los animales, las ardillas congenian más con las personas que las alimentan y les proporcionan ternura.

Cuando se les suelta dentro de la casa, pueden llegar a esparcir comida y excremento por todos lados, de igual manera marcan con orina el territorio que exploran y no son animales demasiado afectuosos por instinto, ya que prácticamente no empatizan con los humanos.

Las ardillas domésticas no deben convivir ni con perros ni con gatos. Los loros tampoco son compañeros recomendables. Los conejos, cobayas y hámsters son compatibles con las ardillas domésticas.

Los niños son los seres vivos más peligrosos que padecen las ardillas.

Las plantas sufrirán bajo los afilados dientes si se las deja al alcance de las ágiles ardillas, en especial se les debe de alejar de las que son tóxicas

Consumen diversos tipos de frutos secos y bayas: nueces, cacahuetes, bellotas, etc. También consumen gusanos y pequeños insectos, como, por ejemplo: grillos o gusanos de la harina.

No conviven bien con otros ejemplares, aunque sean de su misma camada. No comparten los alimentos ni tampoco les agrada compartir su jaula, o incluso el espacio hogareño. Son muy territoriales. En el caso de tener más de una ardilla debes tenerlas en jaulas separadas y dejarlas pasear a horas distintas.

Son animales diurnos y de noche precisan dormir en lugares recogidos y sin ruidos ni luces. Durante sus paseos se muestran muy activas.