Estamos en el mes de septiembre, y con él, la mayoría está de fiesta. Pero lo que para nosotros son días de disfrute, se puede convertir en un infierno para nuestros lomitos peludos.
Uno de los problemas más habituales y que genera más consultas en el veterinario es el miedo de nuestros compañeritos de vida a los cohetes.
El miedo a los cohetes en nuestros amigos perrunos es normal; el problema grave viene cuando ese miedo no se trata y crece hasta convertirse en una fobia. Esta fobia puede provocarles ansiedad, taquicardias, hiperventilación, y en casos más extremos, y menos probables, nuestros queridos lomitos pueden llegar a sufrir un paro cardíaco.
Uno de los comportamientos que debemos evitar (y que siempre hacemos), es acariciar a nuestro amigo para intentar calmarlo. Pero esta conducta produce el efecto contrario en nuestrolomito, pues cuanto más lo acariciemos más pensará que el ruido que está oyendo es peligroso – “Por eso me protegen “- Pensará. Es mejor acariciarlo cuando se haya calmado para reforzar esta buena conducta.
Lo normal es que busque un escondite donde se sienta seguro. Déjalo. Lo mejor es dejar que se esconda donde quiera y no intentar sacarlo a la fuerza de su escondite. Si estás en casa, cierra las ventanas para que el ruido se oiga lo menos posible y se sienta más seguro.
Este miedo se puede curar, pero con mucho trabajo y mucha paciencia.
Los motivos del miedoa los ruidos fuertes, como truenos, petardos o cohetes, pueden ser varios:
Falta de aclimatación desde cachorros a este tipo de ruidos.
Sobreprotección o respuesta exagerada por parte del dueño hacia el lomito cuando se produce este tipo de ruidos (abrazarlo fuerte, decirle “pobrecito” …). Ante un ruido fuerte debemos reaccionar como si no pasara nada, para que nuestro amigo no se preocupe. Si ve a su dueño tranquilo, él se tranquilizará.
Una experiencia traumática anterior, como una exposición muy cercana a fuegos artificiales en cachorros con hipersensibilidad en el oído.