Se conocen alrededor de unas 40 especies de patos que se subdividen en seis subfamilias. En una misma especie, podemos encontrar a dos o más subespecies y también es posible que, dentro de una subespecie, se desarrollen diferentes razas de patos a partir de cruces selectivos. Así mismo, no todas estas aves han experimentado un proceso de domesticación, sino que la mayoría de los tipos de patos permanecen en estado silvestre y no pueden, o al menos no deberían, ser adoptados como mascota.
Las diferentes especies de patos se dividen en dos grandes grupos: los patos domésticos y los patos silvestres. Por ser un tipo de pato de extensa distribución geográfica, que se ha adaptado óptimamente a la cría en cautividad y a la convivencia con los seres humanos, la subespecie Anas platyrhynchos domesticus ha terminado consagrándose como el pato doméstico por excelencia.
Desde hace varios años es el tipo de pato más comúnmente adoptado como mascota y que podemos encontrar en la mayoría de las granjas. A lo largo de su proceso de domesticación, se han desarrollado diversas razas a partir de cruces selectivos, para obtener algunas características deseadas y optimizar su cría en cautividad. Por ello, actualmente podemos encontrar varios tipos de pato doméstico, siendo que el más popular es el llamado Pato Pekín. No obstante, también existen otros tipos de patos domésticos, como puede ser el pato almizclero, que consiste en una subespecie domestica de los llamados patos criollos (Cairina moschata).
Los patos son animales omnívoros, es decir, que su cuerpo está preparado para digerir alimentos de origen animal y vegetal. En su hábitat natural, mantienen una alimentación bastante variada que puede incorporar prácticamente todos los elementos disponibles en su entorno. En su día a día, pueden consumir insectos, plantas acuáticas, semillas, algas y pequeños peces, dependiendo siempre de la disponibilidad de comida en cada estación del año.
Cuando hablamos de la alimentación del pato doméstico, debemos tener en claro la importancia de proporcionarle una dieta omnívora variada que supla enteramente sus requerimientos nutricionales, incorporando alimentos frescos y naturales, buena cantidad de fibras y agua. Además de incluir cereales, semillas, vegetales y frutas, también es interesante adquirir lombrices, insectos, pequeños peces y crustáceos para aportar proteínas de origen animal a su dieta. La cascara de huevo molida y el yogurt sin azucares también serán óptimas fuentes de calcio, pero deben ofrecerse de forma más moderada.
Además, será fundamental ofrecerles arenilla para patos, ya que necesitarán ingerirla en cantidades moderadas para ayudar a moler los alimentos que consumen. Al igual que dejar a su alcance un recipiente con agua fresca y limpia, para que pueda mantenerse bien hidratado.
A continuación, te compartimos una lista de alimentos que le puedes dar a tu pato.
Alfalfa, arroz, avena, brotes tiernos, coliflor, duraznos, frijoles, girasol, guisantes, judías verdes, lechuga, maíz, manzana, melocotón, melón, mijo, pepino, pera, pimientos, piña, plátano, remolacha, repollo, sandía, trigo, uvas, zanahoria.
Respecto a las frutas, no olvides que contienen un índice relativamente alto de azúcares naturales. Por ello, deben ser ofrecidas de forma moderada para no perjudicar su salud o favorecer el sobrepeso.