Hay que tener una cosa clara, los lomitos huelen a perro. Emiten secreciones olorosas, con un olor particular, que son muy necesarias para comunicarse entre ellos.
Las zonas que más huelen son las orejas, el ano y las almohadillas de las patas, por lo que a veces un simple cepillado o un baño pueden solucionar el problema.
Otras veces el olor se vuelve insoportable y puede ir acompañado de otros problemas que son síntoma de alguna enfermedad.
A continuación, te compartimos algunos datos sobre las zonas que más olores emanan en nuestros lomitos:
Glándulas anales.
Puede ser que tu compañero peludo tenga un problema con sus glándulas anales y por eso emite ese olor tan desagradable. Estas glándulas son unas bolsas ubicadas a ambos lados del ano que expulsan un líquido aceitoso y muy oloroso, que sirven para facilitar la expulsión de las heces y para comunicarse entre ellos.
A veces, cuando ese líquido no se vacía bien y se acumula puede emitir un olor más intenso y desagradable, además de provocarle dolor e, incluso, infecciones. Notarás como tu lomito arrastra el trasero insistentemente y se lame la zona para calmarla.
Higiene bucal.
Al igual que las personas, los lomitos deberían tener una correcta higiene bucal para evitar problemas. Cuando no se lleva a cabo nuestro amigo peludo puede tener halitosis causada por acumulación de sarro y puede, incluso, llegar a tener una infección.
Un mal aliento también puede ser síntoma de otros problemas más graves como diabetes o problemas gastrointestinales, entre otros.
Otitis.
La otitis canina es una enfermedad muy común y es fácilmente detectable, ya que el lomito sentirá molestias que intentará calmar rascándose la oreja con insistencia o sacudiéndola constantemente. Además, tendrá los oídos más rojos de lo normal y puede presentar mucha cera e incluso secreción de pus.
Cuando empezamos a notar mal olor en sus oídos significa que la otitis está muy avanzada. Es importante no llegar a este punto y tratarla antes para evitar problemas mayores, como sordera.
Infecciones en la piel.
Si nuestro amigo peludo no tiene otitis y tiene una correcta higiene dental entonces, ¿por qué huele mal? La respuesta puede ser que tenga alguna enfermedad en la piel y no nos hayamos percatado.
Algunas infecciones bacterianas o alergias pueden provocar un olor fuerte, pero, además, notaremos que el nuestro amigo tiene molestias, como ardor, comezón y picores. Si crees que puede existir algún problema en la piel no dudes en visitar al veterinario lo antes posible.
Gases.
A veces no se trata de que nuestro amigo huela mal, sino de que tiene muchas flatulencias. Esto puede estar causado por una mala alimentación o por algún problema estomacal o intestinal. Si nuestro lomito se tira demasiados pedos es importante ponerle remedio para que la acumulación de gases no le provoque una torsión de estómago.
Aseo.
A los lomitos hay que bañarlos, al menos, una vez al mes para que estén aseados y sanos. Además, hay que cepillarlos regularmente para eliminar el polvo y la suciedad que puede causar mal olor. Piensa que un pelo enredado y lleno de nudos atrapará mejor las sustancias que provoquen un hedor desagradable.
No obstante, recuerda que, aunque nos encante que nuestro amigo huela a champú, no debemos bañarlo en exceso. A no ser que sea un olor exagerado no hay de qué preocuparse, ¡es el olor natural a perro!